Primero de marzo de 2016. El peronismo agita la imagen del helicóptero como posibilidad de salida institucional para un presidente Mauricio Macri recién instalado y que tenía una debilidad política congénita. Un Congreso y provincias todavía dominadas por el aparato peronista. Ese día la plaza se llena de partidarios de Macri.
Un canto atronador unifica a todos los presentes en la plaza. La letra: simple y dirigida al peronismo después del desastroso estado en que devolvió la presidencia la señora Cristina Fernández – NO VUELVEN MÁS. La música: irónicamente se usa parte de la marcha peronista.
En un abrir y cerrar de ojos, llegamos al post mortem de las PASO 2019. Agonía y humillación del bando republicano. En el microcentro porteño, dos de los actuales consejeros de Fundación Andes se comprometieron a trabajar para que nunca más pudiera ganar las elecciones un partido populista.
La ilusión de haber construido un partido y una alianza con vocación de poder
En los cuatro años anteriores, el electorado republicano había tenido dos grandes sorpresas. Una fue la aparición en Argentina de un partido de centro-derecha con vocación de poder, algo parecido a lo que ha resultado en España el Partido Popular. La otra fue la capacidad de tres lìderes de generar una alianza de partidos con vocación de llegar y ejercer el poder. Cuando ese liderazgo ganó la elección de 2015 hubo seguramente ninguneos y se desaprovecharon oportunidades históricas. Ese error estratégico no debería justificar que otro presidente cometa los mismos errores en aras de una supuesta vendetta histórica ni justifica un ninguneo en 2025 en razón de acciones infortunadas y equivocadas 10 años atràs.
Está claro que el electorado republicano tiene diversas sensibilidades y por serlo tiene además la capacidad y la tendencia a analizar la realidad y sacar conclusiones críticas de lo que observa en su propio campamento y en tribus cercanas. La construcción de una opción no peronista de poder tenía y tiene que hacerse con la amplitud necesaria para cobijar a la mayoría de esas voluntades contra el populismo. Nuevamente a mano el ejemplo del PP español: nació como Alianza Popular, una construcción electoral que unìa socialdemócratas, centristas, liberales, democristianos, conservadores, ex militantes del franquismo que reconocían el cambio de los tiempos y seguramente algunos franquistas oportunistas. Solo el tiempo, los éxitos electorales y el ejercicio del poder a nivel nacional llevaron a que esas voluntades tan diversas buscaran su confluencia en un partido político orgánico y cohesionado.
Los votantes republicanos tenían la ilusión de estar observando ese mismo proceso en la Argentina – finalmente…
La llegada del outsider y sus métodos heterodoxos
Sería fácil calificar a Javier Milei como un cisne negro. Pero no lo es, si es una discontinuidad en el sistema político argentino. Las condiciones estaban dadas para que se produjera su aparición en una sociedad que combinaba dos características: 1) el auge de los paneles escandalosos en la televisión abierta y a veces en los canales de cable; 2) la evidente incompetencia, ignorancia y corrupción del gobierno de Alberto Fernández que tuvo el tupé de anunciarse como el “gobierno de científicos”. Jamás un funcionario había enunciado en público semejante mentira y muchos seguidores del peronismo empezaron a tomar conciencia de la estafa que ese partido venìa cometiendo hacia los trabajadores con màs desparpajo desde comienzos del siglo XXI.
Juntos por el Cambio (JxC) se planteó siempre ser una alternativa republicana al peronismo, en particular a su versión K. La elección de 2021 alentó las esperanzas de recuperar el poder en el siguiente turno presidencial. Un ego monstruoso que fue primero alimentado por el propio Macri y luego por buena parte de los políticos de la alianza se planteó como el candidato natural de JxC aunque contradecìa muchos principios caros a los votantes del PRO. Las PASO hicieron su trabajo dentro de la alianza.
Pero por derecha se consolidó un outsider que aprovechó el hartazgo de buena parte de los trabajadores y con su perfil contrario y exaltado se apalancó en su actuación como panelista y en la penetración de las redes sociales para posicionarse como el colector de la desconformidad y la esperanza de un cambio muy radical. La actuación del candidato-Ministro fue tan aterrorizante y abiertamente manipuladora que no fue tan difícil para los votantes de Patricia Bullrich volcarse hacia Milei en el ballotage.
Mieli hablaba de “la casta” con un desprecio y un discurso anti-política que ha seducido a los muchos disconformes con la actuación de la democracia en estos 40 años.
Milei, el populismo y el peronismo
El nuevo presidente tiene un pequeño pecado original. Hubo un momento en que se complotó con el peronismo oficialista para combatir a JxC e incluso abrevó en sus filas para formar sus listas electorales. Combatir a una alternativa de cambio firme y racional, usando los recursos de quienes aceleraron la decadencia del país en el anterior período presidencial…
Su discurso violento frecuentemente irracional choca con la capacidad de docencia de alto nivel en economía con la que nos deleita cada tanto. Milei ha leído mucho y tiene capacidad de síntesis sobre economía. No parece tener ningún respeto por la institucionalidad aunque cita profusamente a Juan Bautista Alberdi y promete actuar dentro de la Constitución.
Al electorado republicano (y probablemente también al propio) lo confunde permanentemente. La desregulación, la baja de impuestos, la lucha contra la corrupción son elementos esenciales de un cambio cultural pregonado. Las bravuconadas, los insultos, las agresiones y cualquier arreglo que involucre el nombramiento de Ariel Lijo en la Corte Suprema son contraolas que arriman a La Libertad Avanza (LLA) con el peronismo más rancio.
Con sus tácticas preelectorales, Javier asusta a propios y aliados agigantando las figuras del gobernador de Buenos Aires y de la ex presidente y ex vicepresidente.
La escollera, la Unión Soviética y la ruta del dinero
La praxis política del gobernador de Buenos Aires se aproxima a sus juveniles entusiasmos por la economía soviética. Tiene que ver màs con una visiòn izquierdista de la economía que con la ideología fundacional del peronismo, con sus flirteos con la Carta del Lavoro de la Italia fascista. La elección de 2023 tuvo una màxima frustración para el electorado republicano: la candidata de LLA en la provincia de Buenos Aires insistió en postularse y dividió así el voto no peronista, permitiendo la reelección del gobernador. Un gobernador manifiestamente incompetente en la gestión de la economía y sobre todo de las empresas, con la increíble pretensión de comprar Aerolìneas Argentinas.
La pretensión de Kicillof de convertirse en candidato a presidente desde la gobernación de Buenos Aires puede ser frustrada por una larga tradición histórica que se ha dado en llamar la maldición de Rocha, gobernador bonaerense que fundó La Plata como capital provincial cuando se federalizò la ciudad de Buenos Aires. El grave peligro de una postulación exitosa sería tomar un rumbo completamente contrario a las muchas acciones positivas que ha tomado el gobierno federal a cargo de Javier Milei: su resentimiento y sus preferencias personales nos llevarìan a correr el riesgo de la fascinación soviética que ha manifestado el economista...
El campo republicano y todo el arco no peronista deben confluir en una escollera sólida que arranque en 2025 la mayoría en la Legislatura provincial de las manos del gobernador y eventualmente consiga controlar el Ejecutivo provincial a partir de la elección de 2027. La provincia necesitará entonces no sólo una buena gestión en obras y servicios, sino además encarar una reforma institucional y constitucional que la ponga màs a tono con el espíritu alberdiano de la Constitución Nacional.
También debe alejar de un potencial triunfo a cualquier lista de diputados que encabece la ex presidente y ex vicepresidente. Su comportamiento "kleptocrático" debe ser castigado tanto en las urnas como en los juzgados para consolidar un verdadero cambio en una cultura política que ha tolerado la manipulaciòn y la corrupción durante demasiado tiempo.
Las arrogancias y la ceguera
Demasiados funcionarios del gobierno de Mauricio Macri fueron muy arrogantes en la gestión, para qué dar ejemplos… En la oposición, no pocos dirigentes del PRO han continuado su interacción con otros políticos con esa misma arrogancia que parece estar tan acendrada en el ethos amarillo.
Sin embargo, eso no justifica que el gobierno actual y sus partidarios repitan la arrogancia en sus conductas y en particular en su relación con los llamados partidos o bloques aliados en el Congreso. Son aliados y si son casta lo son menos que otros grupos de gente. La realidad es que gobierno y aliados se necesitan mutuamente para desarmar los desaguisados de ochenta años de errores conceptuales y de desvíos de la concepción alberdiana.
Ya dije un poco más arriba que en el bando republicano no debemos actuar con ceguera. Ahora digo con todo el énfasis posible que la prioridad en 2025 debe ser debilitar al gobernador de la provincia de Buenos Aires y rezar porque la maldición de Rocha siga vigente por unos años más.
¿Qué podemos hacer?
El ciudadano con conciencia republicana tiene que empujar de viva voz en reuniones, chats y expresiones públicas (¿por qué no una carta de lectores a un diario o un artículo en alguna red social?) el pedido de que se forme una alianza del campo no peronista armada con respeto por las ideas y tradiciones de cada uno de los partidos miembros, sin calificaciones excluyentes y sin una visión hegemónica, tentación tan fuerte y recurrente en la política argentina. Esta pluralidad realmente es justa y necesaria para un verdadero cambio en el largo plazo.
Los ciudadanos preocupados deben aprender a votar en forma táctica, algo que no se vio en la elección bonaerense de 2023 pero que si se ha visto en las elecciones parlamentarias británicas de 2024. Votemos para que gane el candidato con mayor chance de vencer al candidato peronista. Será nuestro deber como ciudadanos y nuestra salvación como Nación.
¿Qué persona que conozca de negocios y de la historia de Argentina podría cuestionar el rumbo de la política económica? 80 años de regulación y ataduras, de estatismo, de gasto irresponsable e improductivo, de impuestos confiscatorios: todo esto nos ha llevado a esta gran decadencia que padecemos. La libertad responsable es un elemento esencial de la vida de un país que avanza en el siglo XXI.
Pero como dije en un artículo anterior, la libertad nunca puede ser un valor absoluto ya que la libertad de un ciudadano termina al menos donde comienza la libertad de otro conciudadano. Ni siquiera la democracia lo es, si la entendemos como un mecanismo institucional de elección de los lideres políticos del país. La República es el valor supremo que debe guiar al ciudadano de a pie y al líder elegido – con sus conceptos de gobierno limitado, accountability a todo nivel y separación de poderes.
(*) Presidente de la FUNDACIÓN ANDES