NO ME TOQUES QUE ME TIZNAS


Por Alejandro Marchionna Faré (*)

 

Puedo ver todavía la cara censurante de mi abuela materna y de mi madre ante alguna queja infantil por el comportamiento de otra persona. “El sartén le dice a la olla, no me toques que me tiznas”. El mensaje era simple y claro: hay que tener una conducta clara y no hacer a otros aquello de lo que uno se queja en un tercero…

 

En los últimos días Alberto Fernández, cabeza del Poder Ejecutivo de la Nación, afirmó “La Corte Suprema tiene un problema de funcionamiento muy serio”. Es posible que la Corte no funcione al ritmo que sería deseable, su fallo sobre la inconstitucionalidad de la reforma al Consejo de la Magistratura se hizo esperar. También es posible que el docente de Teoría del Delito tenga algún insight especial sobre cómo debería funcionar en temas de derecho constitucional.

 

Pero la Administración del señor Fernández no es un ejemplo de coherencia y eficiencia en la gestión. Los casos son tantos que sólo haciendo referencia al caos en el mercado de la aviación civil se dispondría de suficiente justificación para poner en duda su derecho a la crítica.

 

Además de recordar el dicho al que tanto apelaban mi abuela y mi madre, quizás tenga que resucitar el título de un artículo que escribí a principios de los años 1980: ¿quién juzgará a los jueces?

 

(*) Presidente de Integra Negocios. Miembro de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School. Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP), miembro por Argentina del GNDI (Global Network of Director’s Institutes). Presidente de la Fundación Andes. Graduado de los programas DICA I, DIEPE I y CORPSEC I del IGEP. Fellow y Chartered Director del IoD (Gran Bretaña). Ingeniero Industrial (UCA), MBA (Harvard), Doctor en Dirección de Empresas (UCEMA), PAD (IAE).