¿BIENES PERSONALES O HERENCIA?


Por Alejandro Marchionna Faré (*)

 

El año pasado postée en mi cuenta de Linkedin un artículo cuyo título era “La ignorancia y el impuesto a las grandes fortunas” dirigido esencialmente al señor Máximo Kirchner, que no ha hecho del estudio una virtud; y al señor Carlos Heller, a quien los estudios no parecen haberle ilustrado demasiado Señalaba yo entre otras cosas la enorme diáspora de franceses de alto valor personal que emigraron a otros países cuando el fisco socialista impuso el impuesto a las grandes fortunas (https://www.linkedin.com/posts/alejandromarchionnafare_la-ignorancia-y-el-impuesto-a-las-grandes-activity-6734915467367981056-G_c5/).

 

Un año después, y luego de cacerolazos, banderazos, una derrota dura en las PASO de  septiembre de 2021 y aún más dura en las elecciones generales de noviembre de 2021, el dúo Máximo-Heller logró salvar un triunfo agónico de las garras de la derrota: aumentó alícuotas al impuesto a los Bienes Personales. El bloque de JxC en Diputados hizo gala de una ingenuidad increíble y de una cuota de incompetencia, lo que le permitió al FDT aliarse con el trotskismo para castigar a la clase media y a los empresarios, única fuente de empleo genuino en cualquier país del mundo. Otra verdad que evidentemente no ha percolado en las conciencias oficialistas.

 

Es que hoy la cita a la diáspora francesa ya es innecesaria. Iniciada ya en el tercer gobierno kirchnerista, suspendida durante la presidencia de Macri, lo que empezó como un suave goteo después de las PASO 2019 se ha convertido en un arroyo importante de empresarios, profesionales y emprendedores camino principalmente a Uruguay, pero también a EE.UU., España, Italia, Brasil.

 

La estrechez de la perspectiva oficialista ve en ellos a meros individuos. El individuo de alto valor que se va deja de consumir en el país; estaciona sus activos financieros en lugares seguros; pero sobre todo, radica su actividad creativa y la generación de empleos allí donde se lo busca con avidez, allí se instala.

 

Ese es el efecto entonces de imponer sobre Bienes Personales una tasa cercana al rendimiento de papeles seguros del exterior o la misma propiedad de un campo en las mejores zonas productivas de Argentina. Confiscatorio, ya lo ha dicho la Corte Suprema. Desincentivo atroz, dicen los pies de los miles de argentinos que se han ido.

 

Las usinas oficialistas ya han largado a correr conceptos como “el impuesto a la herencia aumenta la equidad de la sociedad” y “es un típico impuesto de las socialdemocracias a las que aspiramos”. Como muchos lectores pueden tener la socialdemocracia y la equidad entre sus ideales, he analizado el caso de un joven profesional que opte por quedarse en Argentina ante la ofensiva con tanques que encabeza el comando K. Este esforzado resistente, trabaja en un unicornio local desde que tiene 30 años, cuando completó un MBA en una distinguida Escuela de Negocios ubicada en Pilar. En la tabla siguiente veremos sólo el efecto de la alícuota propuesta para el impuesto a los Bienes Personales, sin considerar el impuesto a las Ganancias.

Este profesional puede haber convertido el monto neto acumulado en una inversión inmobiliaria que como creo que es justo quiere dejar a sus hijos por elección libre como destino de los resultados de su trabajo. Esto permite que la generación siguiente tenga una base financiera que le permita estudiar durante más tiempo cursando un posgrado o invirtiendo en un emprendimiento propio que generará empleos y dinamizará la economía.

 

Ahora surge el impuesto a la Herencia. El valor acumulado a la edad de jubilación de nuestro joven profesional ya tuvo una imposición por el impuesto a los Bienes Personales del 24%. Cualquier tasa de impuesto a la Herencia que exceda el 9% para este caso estará violando la línea roja impuesta por la Corte Suprema – más del 33% es confiscatorio.

 

El cálculo que hice en la tabla anexa muestra una situación particular, otros casos pueden tener tasas más altas o más bajas por el impuesto a los Bienes Personales. Dado que las leyes no pueden ser redactadas en base a una, varias, muchas o infinidad de situaciones casuísticas, la probabilidad de que se caiga en zona confiscatoria si se agregara el impuesto a la Herencia resultaría alta y sometería al nuevo y cuestionable impuesto a innumerables recursos de amparo y recusaciones por inconstitucionalidad y confiscatoriedad.

 

Sres Kirchner y Heller: si quieren continuar en este camino de expoliación impositiva que indudablemente desalentará el desarrollo de carreras exitosas y negocios generadores de empleo en Argentina, deben elegir un impuesto u otro, o bien un mix que respete el límite con abundante  soporte jurisprudencial. BIENES PERSONALES O HERENCIA.

 

Lo más grave son las dicotomías subyacentes: CAPITALISMO O SOCIALISMO BOLIVARIANO. POPULISMO O ECONOMÍA GENUINA. DEPENDIENTES DEL ESTADO O EMPRENDEDORES.

 

Lector: no se trague otro sapo, ya van demasiados. Esta es la línea roja.

 

 

 

 

 

(*) Presidente de Integra Negocios. Miembro de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School. Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP), miembro por Argentina del GNDI (Global Network of Director’s Institutes). Presidente de la Fundación Andes. Graduado de los programas DICA I, DIEPE I y CORPSEC I del IGEP. Fellow y Chartered Director del IoD (Gran Bretaña). Ingeniero Industrial (UCA), MBA (Harvard), Doctor en Dirección de Empresas (UCEMA), PAD (IAE).