LA GOBERNANZA Y EL GUAPO DEL FAROL


Por Alejandro Marchionna Faré* Este artículo es parte del Programa de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School

 

El atribulado pasajero de la línea 102**, accionista minoritario en la empresa familiar y con vocación por la profesión liberal, reflexiona sobre la relación entre el buen gobierno de las organizaciones y los líderes que las encabezan.

 

Tiene doblado en dos su berlinés del domingo. Acaba de leer una frase que lo ha  conmovido.

 

Porque las palabras le hicieron recordar a algunos de sus clientes, dueños de empresas y altos ejecutivos. De muchos de esos individuos ha oído decir que son capaces de tomar decisiones que imponen a sus organizaciones, sin tomar en cuenta que deben rendir cuentas por su motivación para tomar dichas decisiones y también la naturaleza de sus consecuencias. A varios de ellos los oyó él personalmente ladrar a sus subordinados cuáles eran sus ideas y sus pretensiones sobre cómo solucionar determinadas situaciones.

 

La apelación de estos individuos es más a su poder que a su autoridad en esas encrucijadas. De hecho, la falta aparente de racionalidad y la opacidad en la justificación de las decisiones le resta autoridad al jerarca y lo lleva a apoyarse en su capacidad de ejercer poder bruto sobre quienes lo rodean para conseguir salirse con la suya.

 

En esas situaciones sólo se puede comprobar que la arbitrariedad requiere de la prepotencia para asegurar que la organización termine por obedecer una decisión sin consenso y sin justificación aparente. Así el jerarca impone por la sola fuerza de su voluntad, y de esa manera tuerce todos los mecanismos institucionales establecidos para regular la conducta de las personas y las interrelaciones entre los miembros dentro de la organización. 

 

Y vuelve a imaginar en el medio del trajín del tráfico porteño una situación muy clara. El presidente del Directorio de la empresa X acaba de endeudar a su empresa, emitiendo ONs en dólares. La pandemia ha complicado su negocio, fragilizando mucho la estructura financiera de X. En lugar de cancelar deuda cara, el presidente busca imponer que el uso del producto de la colocación en el mercado de capitales sea la inversión en nuevos activos industriales de poca liquidez. 

 

Gerentes y directores le manifiestan su oposición con fundadas razones. El presidente pega un puñetazo sobre la mesa y explica que tiene una visión muy clara para el futuro de la empresa. Con contundencia afirma que no tolerará oposición a su posición, enunciada con claridad. ¿A quién tendría que rendir cuentas él, siendo como es fundador, factotum del management, accionista único y personal de control de la empresa?

 

Cuando el presidente habla de esta manera, el pasajero de la línea 102 comienza a imaginar una escena en la que el presidente, pañuelo de seda al cuello y sombrero ladeado en la cabeza, recuesta su figura contra un farol de otra época en una escena que bien podría ser la de un guapo del 900.

 

Nuestro protagonista, observador externo y no protagonista de la escena, tiene la capacidad de sacar la única conclusión posible para alguien interesado en estos temas: la prepotencia y la arbitrariedad son enemigos declarados del buen gobierno de las organizaciones.

 

Entonces el pasajero en el colectivo se sobresalta por una frenada del vehículo del que es pasajero, vuelve a la realidad y en su mente aparece nítida la frase que había generado su ensoñación momentánea.

 

La frase en el berlinés era “y el que se tenga que enojar, que se enoje”. 

 

 *Presidente de Integra Negocios. Miembro de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School. Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP). Graduado de los programas DICA I, DIEPE I y CORPSEC I del IGEP, miembro por Argentina del GNDI (Global Network of Director’s Institutes). Presidente de la Fundación Andes. Fellow y Chartered Director del IoD (Gran Bretaña). Ingeniero Industrial (UCA), MBA (Harvard), Doctor en Dirección de Empresas (UCEMA), PAD (IAE).

 

** Línea de transporte urbano en Buenos Aires.