UNA COCA PARA RONALDO


Por Antonio Pagés (*)


¡Vaya Vaya!  Seguro que no lo hizo a propósito.  Pero lindo bochinche armó Cristiano. “No tomen esto, tomen agua…” dijo y tumbó el valor de las acciones de Coca Cola.  Hasta acá Ronaldo (o CR7, una marca en sí mismo), pero algo interesante vino después:  los que festejaron felices,  FELICES de verdad ¿eh?  No la risa, el meme, etc.  Al fin y al cabo ¿a quién le sirve? “Quemarle el campo al patrón no da comida al peón” dicen en Río Negro.   

 

Destruir riqueza.  ¿De qué te sirve que quiebre una fábrica?  Va a dar menos laburo.  Si un negocio pierde guita, toma menos empleados. ¿Quemar una silobolsa? Menos para repartir. Destruir es de resentidos, es energía de la mala, al final es envidia: “Que otro no tenga”.

 

Repartir la riqueza.  Mucho mejor.  Robin Hood tiene buena leche… y mejor buscar la vuelta para que el más fuerte no se agarre demasiado de la torta, y ponga algo más en la gorra común. Repartir mejor tiene energía de la buena, solidaria.   Pero ¿sabes qué? Todavía les falta. 

 

 

Lo de Serrat:  “Pero si falta usted, no habrá milagro”.

 

El milagro, es que haya trigo donde había ortiga.  Que haya una casa donde había tierra.  El milagro lo hace el que LABURA.  El milagro lo que hace el que PONE.  Se la juegan a tirar semilla y meterle lomo (porque a veces un granizo, una lluvia, una crecida se la llevan todo), semilla y laburo.  EL milagro es que donde había COVID haya una VACUNA.

 

EL MILAGRO ES CREAR LA RIQUEZA.  Ésa es la magia.  Ese es el golazo, de campeonato. De Robin Hood se disfraza cualquiera.  Los solidarios son necesarios.

 Pero los que laburan y los que ponen:  ¡¡esos son los imprescindibles!!  Pero si falta usted, no habrá milagro

 

¿Por qué tan a menudo los gobiernos se quedan en repartir e “igualan para abajo”?  Es que la mayoría de los funcionarios nunca participaron del milagro.  Habrá unos pocos resentidos que se conforman con destruir; pero lo que pasa con la mayoría es que solo saben sacar de acá para poner allá... y cuando se pasan de rosca, le cortan las piernas al que PONE y dejan humillado en su casa al que LABURA.  Le dan limosna en lugar de llevarlo al milagro del trabajo.
Cuando se rompe la tela, cortan acá y cosen allá,  saldos y retazos.  No saben, no se les cruza por la cabeza, ni se animan a jugarse a poner unos mangos y laburar para HACER UNA TELA NUEVA ….. y de paso mejor.

 

Entonces, funcionarios, ¡a tomar agua!  menos limosnas y más apoyo al milagro cotidiano del laburo.

 

¡SALUD!

 

(*) Miembro de la Fundación ANDES.