EL QUE GANA, PIERDE


Por Leonardo Forgia

 

Los últimos días con bombos y platillos desde la actual administración se anuncia que los salarios inferiores a $150.000.- brutos quedarán exentos de la retención del  Impuesto a las Ganancias. Se estima que el beneficio alcanzará aproximadamente a 1.250.000 asalariados y jubilados a través de la presentación de un proyecto de ley que será seguramente aprobado rápidamente en el Congreso de la Nación a instancias del Frente de Todos con apoyo, seguramente, de todos los sectores políticos.

 

Esto que a todas luces es una buena noticia tiene un aspecto de retrospectiva agridulce que tiene que ver con donde ha quedado el poder adquisitivo de los argentinos y que han realizado las sucesivas administraciones desde el 2001 al presente en materia impositiva sobre los trabajadores en relación de dependencia tomando como punto de partida la “Tablita de Machinea” (escala original implementada por el entonces Ministro de Economía de Fernando De la Rúa) del año 2001.

 

La famosa fórmula donde los salarios inferiores $4.575,90 pesos / dólares no tenían retención de tributos serían al equivalente a salarios actuales de $411.831.- al dólar oficial y  $686.385.- al dólar paralelo, sin tomar en cuenta la eventual inflación en dólares que han sucedido en estas dos décadas. Claramente de haberse actualizado de manera permanente, como debería contemplar el proyecto de ley que se envíe a nuestro parlamento, al día de hoy solo estarían alcanzados por este tributo menos del 1% de los empleados en relación de dependencia, exclusivamente de posiciones directivas y gerenciales lo que realmente le daba sustento y sentido a esta imposición.

 

Una mezcla entre la voracidad recaudatoria del Estado Nacional y un desprecio por los trabajadores en relación de dependencia que día a día construyen la grandeza de la Nación, nos trae a no creer en espejitos de colores que a todas vistas lo único que se hace es reparar muy parcialmente el saqueo millonario de los bolsillos de los asalariados del país.

 

Un sistema de actualización automática por ley de las bases imposibles de los diferentes tributos brindaría un panorama cierto a futuro y lejos de la discrecionalidad política de los gobernantes de turno que nos han empobrecido desde hace décadas.

 

 

Leonardo Gabriel Forgia

Es miembro de la FUNDACIÓN ANDES