PAYASADAS Y VACUNAS


Por Alejandro Marchionna Faré

 

 

Dichos recientes del presidente Alberto Fernández han puesto en el tapete la palabra payasada, enrostrada a la prensa y la justicia argentinas desde la seguridad de la distancia de la capital mexicana. Convendría dejar de lado por un momento que fue su administración, en la figura de la actual ministra de Salud, quien convocó a una payasa para comunicar información seria sobre la pandemia del Covid-19. Procederemos en cambio a analizar la palabra payasada en relación con el tema.

 

La Real Academia Española da dos acepciones para la palabra payasada:

  1. Acción o dicho propio de payaso.
  2. Acción ridícula o falta de oportunidad.

 

Para poder aplicar la primera acepción, resulta necesario entender qué es un payaso, oficio aparentemente poco respetado en los ambientes presidenciales más allá de la apelación a la conocida Felisa. Nuevamente hay dos principales acepciones universales.

 

  1. Como adjetivo “dicho de una persona que hace reír con sus dichos o gestos”.
  2. Como sustantivo “artista de circo, generalmente caracterizado de modo extravagante, que hace reír con su aspecto, actos, dichos y gestos”.

 

Tomando el uso de la palabra “payaso” como adjetivo, se comprueba que la reducción de las resoluciones judiciales y el trabajo del periodismo independiente a algo propio de un payaso implica juzgar que sus palabras y sus gestos se limitan a hacer reír a quien los observa. La realidad es que la enorme mayoría del país (según las encuestas) no sólo no se ha reído con el vacunagate sino que tiende a apoyar la perspectiva cuestionadora adoptada por jueces y periodistas independientes. NO HA LUGAR.

 

El uso como substantivo es aún más inapropiado. Ninguna de las figuras atacadas por la verba presidencial a la distancia desde México tiene la profesión de artista de circo ni siquiera en aplicación de una generosa metáfora. Ninguna de esas personas está caracterizada en forma extravagante ni en el vestir ni en sus conductas (jueces favorecidos por las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner sí podrían haber cumplido la definición…). Y de ninguna manera ni su aspecto, ni sus actos, ni sus dichos ni sus gestos están orientados a hacer reír. NO HA LUGAR.

 

Retomemos entonces el análisis de la primera acepción de la palabra payasada ya con el camino desmalezado. La referencia a periodistas y jueces es esencialmente ofensiva y desconsidera los méritos de las muchas personas que actuaron o hablaron sobre la cuestión. Condena a la banalidad de un circo al propio presidente Fernández al desmerecer resoluciones de fiscales y jueces que ponderan largamente sus acciones y que incluso uno podría criticar por su falta de acción, lentitud y/o apego excesivo a las formas procesales que hace percibir a la sociedad argentina cierta falta de voluntad de marcarle la cancha al Poder Ejecutivo sobre todo cuando es de signo peronista. NO HA LUGAR.

 

También banaliza la acción del periodismo independiente que no anida en C5N (bastión de algunos periodistas de conducta y dichos extravagantes). El debate público asiste desde hace años a la valiente tarea de algunos individuos y medios de desenmascarar las acciones equivocadas e inmorales de vastas cantidades de funcionarios organizados por los entonces presidentes Néstor y Cristina Kirchner. Ninguna de sus piezas de difusión hace reír a nadie que mire o lea el resultado de su trabajo. NO HA LUGAR.

 

En cuanto a la segunda acepción, es necesario investigar qué puede haber querido implicar el presidente Fernández con su uso de la palabra payasada en relación con lo “rídiculo”. Se encuentran tres acepciones principales:

 

  1. “Que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a risa”. Nada de lo divulgado en público por el periodismo resulta raro o extravagante, sino que no ha sido más que una descripción de la realidad, no un relato hegeliano. En todo caso resultaría increíble si no hubiera pruebas incontestables del delito por alguien de tanto renombre como Horacio Verbitsky. NO HA LUGAR.

 

  1. “Escaso, corto, de poca estimación”. Las pruebas no son ni escasas ni cortas, ni los hechos son de poca estimación para los ciudadanos, especialmente aquellos que no pueden entender cómo sus padres de 90 años no pueden acceder a la vacuna (de la que el Estado tiene el monopolio) ya que se han vacunado estudiantes y militantes de La Cámpora aún menores de 30 años. NO HA LUGAR.

 

  1. “Extraño, irregular y de poco aprecio y consideración”. Si los hechos son extraños e irregulares porque no correspondería que existieran en un país verdaderamente normal y bien gobernado, lo verificado resulta da muy alto aprecio y consideración ya que se tocan principios de justicia y equidad que son esenciales para el funcionamiento de una república. NO HA LUGAR.

 

Por lo tanto, se puede ver que en cuanto al análisis de la segunda acepción de payasada que nos lleva a analizar si las acciones de jueces y periodistas son ridículas, queda claro por los tres párrafos anteriores que no pueden ser catalogadas como tal. NO HA LUGAR.

 

Por último, ni merece la pena pensar largamente si las acciones de jueces y periodistas están faltas de oportunidad. El tema se suscita ahora en plena segunda ola de la pandemia, con una serie de muertes excesivas para nuestra sociedad y en momentos en que el debate general (proveniente incluso de mandatos anteriores) es sobre la honestidad y competencia del equipo gobernante. Esta es el momento de analizar y discutir, no dentro de quince años cuando nada se pueda hacer. NO HA LUGAR.

 

Si ya se analizó el contenido de los dichos presidenciales, cabe también dar una mirada a la oportunidad de sus manifestaciones. Es una larga convención que los temas de política interna no se tratan cuando un presidente viaja al exterior. Alberto Fernández se encontraba en visita oficial a la República de México y habló ante un presidente con el que dice tener coincidencias ideológicas pero que no es “reprochable” en su ética y discurso personal como lo es el binomio que Ud. integra con Cristina Kirchner. Consiguió ofender y confundir a AMLO como rara vez se ha visto y su plan de vacunación sin equidad fue desmentido de antemano por López Obrador. NO HA LUGAR.

 

Señor presidente: hemos llegado a ONCE VECES A NO HA LUGAR en este breve artículo que ha tomado solamente el enfoque de analizar el significado y la oportunidad de las palabras presidenciales sin deconstruirlas.

Dr. Fernández: Ud. dice ser fuerte en la teoría del delito, tema del que dice además ser profesor en la UBA. Lamentablemente las figuras de “malversación de fondos públicos” “incumplimiento de los deberes de funcionario público” “abandono de personas” y “falsificación de documentos públicos” parecen no figurar en su versión del Código Penal, sin dudas anotada y corregida por el Dr. Eugenio Zaffaroni.

 

[i] Presidente de Integra Negocios. Miembro de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School. Secretario de la C.D. y presidente del Comité Académico del Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP). Presidente de la Fundación Andes. Graduado de los programas DICA I, DIEPE I y CORPSEC I del IGEP. Fellow y Chartered Director del IoD (Gran Bretaña). Ingeniero Industrial (UCA), MBA (Harvard), Doctor en Dirección de Empresas (UCEMA).